Javier despertó luego un sueño profundo por la sensación de ausencia pero, ¿Ausencia de qué? A los pocos segundos del traspaso del mundo de los sueños a la realidad el hombre de ya unos 30 años de edad, barbudo y gordo, se dio cuenta de que la alarma no había sonado. Debía levantarse a las 5:30 de la mañana y eran las 8:16 AM según su reloj de pulsera.
¿Qué había pasado con el despertador? Lo buscó con la mirada, dirigiéndola a la mesita de noche al lado de su cama; el artefacto estaba apagado. Javier nunca apagaba el aparato despertador, y mucho menos un día antes de una entrevista de trabajo que era tanto prometedora como necesaria. Se había graduado como contador y sólo hacía eso, contar, sacar cálculos, nada más; no sabía hacer otra cosa. Se graduó a los 23 años y trabajó para una compañía por 6 años seguidos hasta que dicha compañía tuvo que recortar personal y la cabeza de Javier fue una de las muchas que rodaron por el piso. Desde entonces no había conseguido trabajo por un año y se sustentaba por unos ahorros que guardaba en casos de emergencia pero estos comenzaban a disminuir con el pasar de los días.
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Las historias recopiladas aquí son sólo una porción de pensamientos que han ido y siguen creciendo, sin querer, dentro de mi mente y a los cuales les estoy dando forma con palabras. Cada historia tiene algo de mí, algo a lo que temo pero, a la vez, algo con lo que he aprendido a convivir y llegado a encariñar. Mi mente, envuelta en tinieblas, deja apreciar la sombra de los monstruos que habitan en lo más profundo de mi inconsciente.
martes, 13 de mayo de 2014
sábado, 3 de mayo de 2014
Joe, El Fantasma.
Querido Lector…
Estoy aquí,
¡Hola!, pero a la vez no lo estoy. Es complicado explicar la situación en la
que me encuentro sin que suene parcialmente poco creíble. A ver… Soy un
fantasma. Sí, como lo leen, un fantasma. Se preguntarán: ¿Cómo puedes ser un
fantasma si estás escribiendo?. Bueno, han escuchado o leído sobre espectros
que abren y cierran puertas y ventanas, ¿No? O que tocan el piano o que
simplemente lanzan cosas de los estantes, ¿Cuál es el rollo de que un fantasma
escriba?
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jueves, 1 de mayo de 2014
La mirada perdida.
Despertar con la sombra vaga de un recuerdo trágico y
perdido.
Despertar luego de
que los gritos dieron paso a los gemidos y suspiros ahogados fugándose en el
aire.
Despertar luego la
adrenalina que nos invadió en el mutuo abrazo final de los amantes.
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