martes, 13 de mayo de 2014

La visita de mamá.

    Javier despertó luego un sueño profundo por la sensación de ausencia pero, ¿Ausencia de qué? A los pocos segundos del traspaso del mundo de los sueños a la realidad el hombre de ya unos 30 años de edad, barbudo y gordo, se dio cuenta de que la alarma no había sonado. Debía levantarse a las 5:30 de la mañana y eran las 8:16 AM según su reloj de pulsera.

    ¿Qué había pasado con el despertador? Lo buscó con la mirada, dirigiéndola a la mesita de noche al lado de su cama; el artefacto estaba apagado. Javier nunca apagaba el aparato despertador, y mucho menos un día antes de una entrevista de trabajo que era tanto prometedora como necesaria. Se había graduado como contador y sólo hacía eso, contar, sacar cálculos, nada más; no sabía hacer otra cosa. Se graduó a los 23 años y trabajó para una compañía por 6 años seguidos hasta que dicha compañía tuvo que recortar personal y la cabeza de Javier fue una de las muchas que rodaron por el piso. Desde entonces no había conseguido trabajo por un año y se sustentaba por unos ahorros que guardaba en casos de emergencia pero estos comenzaban a disminuir con el pasar de los días.

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sábado, 3 de mayo de 2014

Joe, El Fantasma.

Querido Lector…

    Estoy aquí, ¡Hola!, pero a la vez no lo estoy. Es complicado explicar la situación en la que me encuentro sin que suene parcialmente poco creíble. A ver… Soy un fantasma. Sí, como lo leen, un fantasma. Se preguntarán: ¿Cómo puedes ser un fantasma si estás escribiendo?. Bueno, han escuchado o leído sobre espectros que abren y cierran puertas y ventanas, ¿No? O que tocan el piano o que simplemente lanzan cosas de los estantes, ¿Cuál es el rollo de que un fantasma escriba?

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jueves, 1 de mayo de 2014

La mirada perdida.

Despertar con  la sombra vaga de un recuerdo trágico y perdido.
Despertar luego de que los gritos dieron paso a los gemidos y suspiros ahogados fugándose en el aire.
Despertar luego la adrenalina que nos invadió en el mutuo abrazo final de los amantes.

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